viernes, 5 de octubre de 2012

No hay respuesta

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Esta imagen no me pertenece
¿Por qué el silencio de la noche siempre se rompe con el sonido de tú voz? ¿Por qué soy adicta a esa melodía dulce y la cual penetra de forma profunda en cada uno de los rincones más inhóspitos de mí ser? ¿Por qué mi cuerpo y me mente están bajo el influjo de toda esa locuacidad que susurras? ¿Por qué esas hermosas palabras se quedan grabadas a fuego en mi memoria? ¿Por qué no puedo mostrar fortaleza ante ti? ¿Por qué siempre se caen las murallas que construyo para protegerme de ti? ¿Por qué ante las estrellas puedo gritar que soy rebelde pero ante ti me vuelvo frágil y dócil? ¿Por qué siempre me quitas las ganas de hablar? ¿Por qué cuando estás presente lo único que deseo es huir? ¿Por qué rompes mis esquemas? ¿Por qué disuelves como polvo en el viento todo aquello que no comprendo? 

Realmente no concibo razón, lo único que sé, es que por el momento no encuentro respuesta para tanto interrogante, pero aunque vaya andando a oscuras ante algo “desconocido” puedo decir que con las notas de la melodía de mi imaginación, podré traspasar barreras, y que mi mente y mi corazón hacen lo posible por comprender lo exótico y extraño que eres.

Él

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'> Una noche de invierno con un cielo estrellado,
salí de casa porque con amigos había quedado.


En el cielo ni una nube se divisaba,
la noche era tranquila y nada presagiaba,


Así que me fui a la estación, 
pero de repente el cielo de nubarrones se cubrió.

Esta imagen no me pertenece

No caía lluvia alguna, 
pero hacía un frío que helaba.


Me encontraba a medio camino, desesperada y helada
no había refugio ni protección por mucho que buscaba.


Me puse triste y me resigné, 
cuando de camino a casa me lo encontré.


Al final de la calle se encontraba, 
con más amigos charlaba.


Una sonrisa apareció,
y mi rostro iluminó.


Hasta la puerta de casa él me acompañó,
y del frío en todo momento me protegió.


Cuando me giré, ya se marchaba,
¡no podía ser!, ahora es cuando más lo necesitaba.


Quería abrazarle.

Quería besarle,
¿Es qué acaso no lo notaba?


Y mientras mi rostro de lágrimas se llenaba,
él en la noche se alejaba

Miedo

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
En un mundo consumido por dolor, tú y yo desaparecíamos en la nada. Una nada vacía y oscura que poco a poco nos consumía en aquel silencio de la noche, y mientras íbamos divagando entre las sombras dejábamos atrás aquellos lamentos ensordecedores de una luna que hoy brillaba más fuerte que nunca.
¡No quiero llorar!, pero como no hacerlo si lo que ahora nos queda es simplemente una pequeña ilusión.
¡Por favor!...susurré mientras nuestras almas en la agonía del dolor se iban perdiendo.
Es cierto que un día este corazón herido ignoró el amor e hizo prevalecer la desconfianza, pero ahora que te he encontrado todas las noches grito al cielo, que me deje amar sin dolor.
Esta imagen no me pertenece
Y es que aunque pase el tiempo, pasen los días e incluso los años, que no se te pase por la mente amor mío que he dejado de amarte. Pues sólo con el suave abrazo de aquella luna que hoy nos castiga, mis labios supieron como comenzar de nuevo a agonizar en tu dulce boca mientras mi alma comenzaba a divagar en medio de tu compás. Y ahora con una dulce y agonizante tonada, abrazo la oscuridad mientras mi aliento se pierde con las oscuras tinieblas que este nuevo mundo envuelve.
Solo siento amor mío que tú nunca podrás nunca saber cuantas veces deseé perderme en ese inmenso mar, cuantas veces deseé perderme en el vuelo de las golondrinas y cuantas veces deseé perderme en tu mirar hasta encontrarme a mi misma.
Esta imagen no me pertenece
De nuevo, mirando atenta este final con ojos agonizantes, puedo decir segura que extraño tus latidos en mis noches al dormir, pues no sabes, no tienes ni idea de cómo hasta en mis sueños te he buscado y cuando por fin hoy vuelvo a encontrarte, siento miedo.
¡Si amor mío!, siento miedo hasta del aire que respiras, miedo de que simplemente sigas siendo parte de mis sueños, miedo de que tu amor muera repentinamente, miedo de que un día te vayas y no vuelvas, miedo por que tan sólo seas un dulce recuerdo de una página en blanco que un día escribí mientras la luna brillaba más fuerte que nunca.

Escritos de un destino

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Esta imagen no me pertenece

El ruido de la muerte y el renacimiento conectaban con la fantasía y se hacían eco a través de Las Leyes del destino que desmoronan el tiempo.
Tiempo en el que todo el sufrimiento que sentí se fue abriendo paso a través de esta herida donde este pequeño corazón latente y ahora rasgado en mil pedazos, agonizaba lentamente, quedando de él recuerdos fragmentados de una joven desesperada, la cual había jugado peligrosamente a este juego llamado destino y que ahora con llantos de dolor derramaba miles de lágrimas doliéndole hasta el alma.
Ahora caminando por el sendero de mi destino, mi mirada refleja una triste agonía que sin saber cómo rompe con los límites de la soledad y hacen que me encuentre cara a cara con el mismo ángel caído.
¡Aquí me tienes!- le grito en la cara, pues sé que no encontraré luz en mi camino, camino que está teñido por este dolor que me consume y me quema lentamente.
Y mientras él me susurraba al oído palabras tenebrosas e insondables, mi alma se funde con el silencio de la oscura noche anhelando volver a ver algún día ese amanecer que un día alimentó mi vida con su dulce calor.

Un triste final

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>

En el frío más enfermizo de la noche, acompañada por la más oscuras de las penumbras me encuentro humillada entre las sombras caminando en busca de mi salvación.

Esta imagen no me pertenece


Y mientras tú te ríes de mi persona yo veo como te alejas poco a poco entre las dulces tinieblas que siempre te acompañan


-Adiós – pensé para mis adentros.


Ahora la muerte se lleva mi alma herida mientras tú seduces a ese ángel caído aún cuando llenas mi mente de dolorosas y oscuras pesadillas que contienen un triste y amargo final.

Between the pleasure and the pain

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Esta imagen no me pertenece
Mírame a los ojos, dí mi nombre, ya no huyas sabes que me estás matando cuando estás lejos, me quiero ir, me quiero quedar.


Estoy tan confundida, es tan difícil elegir entre el placer o el dolor.

Sabes que desconozco lo conocido y aunque yo sé lo que está mal y sé que es lo correcto, aún cuando estos gigantes tratan de ganar esta pelea.

Mi corazón va hacer caso omiso de mi mente, y aunque quise cambiar mi forma, ahora no, ya nada importa. 
Pues me he convertido en un mundo, avanzando lentamente y formada siempre por sombras en las que ya no soy lo suficientemente fuerte para permanecer lejos de ti.

¿Qué puedo hacer? 

Me ahogo, me lleno de angustia pero mi corazón ya no conoce la vergüenza junto a ti, pues ya no soy lo suficientemente fuerte, mi alma ha caído de rodillas ante ti.

Causa y Efecto

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
A veces no pensamos que nuestros actos pueden tener consecuencias graves, sino que simplemente actuamos por ese impulso que todo ser humano posee.
El querer experimentar esa sensación de adrenalina que en algún momento necesitamos que corra desesperadamente por nuestras venas, el sentir ese simple subidón que nos eleva los pies de la tierra y que rompe con la monotonía de nuestros días.
Sin embargo, cuando el subidón se va, cuando ya has vivido la experiencia , surge la temida pregunta: "¿y ahora? ¿qué es lo que nos queda?
Esta imagen no me pertenece
 Son en esos momentos cuando la realidad nos golpea de frente y nos cae como una jarra de agua fría, pues es tristemente en esos momentos cuando llegan los remordimientos, cuando sentimos dolor por descubrir lo que verdaderamente somos y tener en mente cada noche el imborrable recuerdo de palabras y momentos que como disparos perforan y atormentan nuestro ser.
Y más aún, saber que es esto lo que nos acompaña, el amargo sabor de descubrir que todo se basa en algo tan simple llamado "causa y efecto"

Si te pudiera mentir....

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>

Esta imagen no me pertenece
Te diría que no duele ver pasar el tiempo y que ya no siento que con cada minuto caigo lentamente en una profunda agonía. Que no duele ver estas tardes oscuras y que no imploro a que regreses a mi. Que no duelen las lágrimas que nuevamente he derramado por ti. Que no duele ver que he sido nuevamente engañada por ti, ese ser a quien en mis noches he entregado. 

Que no duele ver que mi inocencia se ha roto en mil pedazos y que junto con ella se han perdido los recuerdos que juntos creamos. Que no duele ver que esa sonrisa que iluminaba mis días se ha esfumado con cada nota escrita. Pero sobre todo, que mi corazón no se ha roto porque no duele saber que por ti he hecho unos cambios en mi pensado que te gustarán. ....pero hoy sé que no existe una fórmula para dejarte de amar.

¿Sabes que abrazo la soledad con tus besos?

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'> Te abrazo y te beso, sabes que este sentimiento de amor no tiene límites para mí. Mi pasión avanza perdidamente hacia cada uno de tus pasos, y aunque sé que debo mantenerme alejada abrigada en el silencio, sueño con todas las noches y días, primaveras y tormentas que hemos vivido.

Voy a hacer vibrar todas las emociones de mundo, deseo transmitir mis pensamientos, ahora solitarios, y decir que las cosas no son suficientes que lo único que deseo es tu verdadero amor.


Como no llorar, como no doler, si cada noche las estrellas me arropan con tu ser, si ya tu nombre se encuentra en todas partes.


Y sé que pronto haré vibrar ese oscuro corazón y cuando ponga mis manos sobre él, lograrás ir a un mundo imaginario, donde todo el tiempo se detendrá pues solo estaremos tu y yo.

Esta imagen no me pertenece

Muchas veces te miro al marcharte, y mientras veo tu espalda alejarse en la oscuridad lucho por no llamarte y decirte que no te vayas, que te quedes a mi lado. 
Sin embargo, la verdad es que no sé que es lo que quiero pues tu mismo me hieres con palabras que cortan cual cuchillo afilado y aunque creas que con ellas puedes ayudarme muchas son las veces en las que acabo derramando lágrimas.

De nuevo alzaré mis manos hacia las estrellas del cielo esperando tu regreso.

Y es que durante las calamidades de este mundo, si tú no estás aquí este sentimiento puede desaparecer, me da miedo saber que la verdad en mi corazón cayó. Y de nuevo me encuentro buscándote, desbordando toda mi pureza en cada uno de tus dolorosos besos, sabes que puedes atravesar fácilmente los límites de la imaginación y que en cada sueño profundo que tenemos nos hacemos uno, buscando el amor.

Lágrimas de decisión final

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Esta imagen no me pertenece
Un día acabará este dolor que se derrumba entre las sombras, y ahí estarás tú, con toda tu falsedad deseando que todo acabe mal.

En mi virtud nunca debo mirar atrás pues soy aun ángel transitorio que inquieta por mis deseos nunca he sabido por donde caminar.


Incluso si este mundo se ha vuelto una condena, me volveré a levantar, pues quiero tomar esa última noche que la esperanza me robó. 


Sé que sola podré llegar a ese solitario lugar en el que un día tome mi último juramento. Para entonces, cuando estés solo en este lugar distorsionado, mira hacia la luna roja y acuérdate de que sólo tendrás que arrepentirte de tu hueca reflexión. 


No des un paso atrás, pues ya no hay lugar donde poder perderse, esa es la única regla de la negra noche.

El tiempo comienza a terminar, ya no hay límites para entrar en un sueño eterno, despójate de tu hueca reflexión y no mires nunca atrás, escúchame porque este hechizo ya está listo.


Pronto todo acabará, incluso si este mundo se derrumba, las lágrimas no se detendrán, ellas solas fluirán hacia este dolor que ha traspasado mundos donde jamás tu corazón existió.


Y aunque la sombra de la luna me asusta, ahora solo puedo pensar que esas palabras que dijiste, algún día que convertirán en un pedazo de historia,un recuerdo que un día me guió ante un espejo, donde una luz que un día brilló me consumió.


De nuevo abrazo estas lágrimas que parecen no tener fin.


Corta el cielo de este mundo, sumérgete en un profundo adiós, conduce por un camino en donde tu reflexión hueca y llena de tristeza se arrepiente de esa decisión.

miércoles, 30 de mayo de 2012

La Doncella de la Puesta de Sol Negra

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
El aliento de la luna y los susurros de 
Esta imagen no me pertenece

las estrellas, el reflejo de un destino, la 
tristeza de estar sola, recordar la 
sonrisa fugaz de tus labios.

Pensar en todo lo que me has dado, 
pensar si todo esto  es preciado para mí.

Estar muriendo y mientras lo hago, 
quemarme sosteniéndote fuerte.

¿Será esta existencia un pecado?

Incluso ver que en tus sueños estás 
sufriendo, saber que estos no dejarán de
llorar.

Encontrarme buscando un  futuro 
ahora perdido, ver en tus ojos oscuros el 
milagro del nacimiento de ese mismo 
momento en que todo ocurre.

Mirar hacia delante, siempre indecisa, 
Esta imagen no me pertenece
desear liberarme y observar que ya 
nada causa dolor.

Saber que hay un pequeño sufrimiento 
en este cuerpo que no me deja ver la luz 
de mi interior.

¿Podré tomar como cierta esta realidad?

Querer avanzar, no darnos cuenta de 
que ya no hay por donde caminar.

Mirar hacia el cielo nocturno, tomar al 
sol por enemigo y ver como la forma de 
este corazón sigue cambiando.

Volvernos invisibles, amar a quienes  
no revelan sus nombres, ver cómo nos 
perdernos mientras dormimos en un 
manto de dolor.

Esta imagen no me pertenece
Aparecer ante los ojos de una chica,
saber que la vida está envuelta de falsedades.

¿Es el olvido un pecado?

Promesas que no se pueden cumplir, 
lágrimas que nunca se secan.

Coleccionar todo lo que tú me das, 
abrazarlo mientras bailo, y con todo 
ello despertar más allá de este secreto, 
de esta solitaria prisión.

martes, 1 de mayo de 2012

Ecco

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
-                                     Nunca olvides tus promesas, pequeña mía- dijiste.

Pero sabes que no soy fuerte para soportar este silencio, y ahora caminando de nuevo hacia la soledad me pregunto ¿qué debo de hacer si ya no puedo más?

Esta imagen no me pertenece
Necesito escapar, necesito gritar, pues siento que los colores de mi alma se apagan cada vez que respiro.

Sin embargo, en las noches me siento atraída hacia lo prohibido, juego, bailo y encierro toda mi inocencia en tu mundo  que es pura apariencia.

Y de nuevo me pregunto: ¿Será verdad que mi corazón arde con cada una de tus palabras? 

Aunque eres todo lo imperfecto que en un hombre puede haber,  y pese a que tú no eres el hombre de mis sueños, no entiendo por qué tengo este veneno en mis venas.

Esta imagen no me pertenece
A veces, pienso que muero con cada uno de tus suspiros, y es el mantener en vilo esta esperanza lo que más me duele, incluso si siempre has sido sincero.

Te amo sin puntos de referencia pero ya no me quedan fuerzas para soñar en este dulce infierno, no ves que ya no puedo generar energías para ti.


-                              ¡Déjame marchar!- Te suplico entre sollozos mientras la noche se tiñe de este cielo gris

Pero como ilusa espero en la eternidad, doliéndome más, tiñendo mi alma de negro, mirándote a los ojos, encerrándome en mi propia irrealidad.

Ahora nos rendimos, solo con una sonrisa  para decir adiós, con un silencio para la eternidad y con un corazón que ya no posee identidad.

sábado, 14 de abril de 2012

Una sola noche

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Como cada mañana, tu dulce recuerdo permanece grabado a fuego en mi habitación, pues todo en ella se encuentra cubierto por ese dulce aroma que siempre te envuelve y que de alguna forma perdura entre mis sábanas.


Esta imagen no me pertenece
No sabría como describir el sabor de tus besos, tan ardientes pero tan apasionados, con los que con un ligero roce, todavía ácidos, todavía dulces, hacen que mi mente, mi cuerpo y mi alma se estremezcan sucumbiendo a deseos y sentimientos que jamás pensé que alguien pudiera llegar hacerme sentir.

Dicen que te has convertido en esa ilusión que trato de escribir en un papel, pero sé que en el surrealismo de la noche, el destino se nos presentó con un color ausente, siempre unidos por miradas tristes que se encontraban perdidas en una historia en la que la música comenzó a sonar a través de nuestros latidos.

Ahora, con un tenue susurro, grito junto a tu persona aquellas palabras que me fueron prohibidas, ignoradas y al tiempo desconocidas pero que siempre sonaron reales y deslumbrantes en tu persona.

Aunque sé que no hay vuelta atrás te juro compañero mío, que nuestras noches durarán para siempre, pues te has convertido en el  encantador de mis sueños mostrándote indomable, rebelde, apasionado, sediento, despreocupado  pero siempre tan vacío.

Ya no llores mi pequeña amiga, no te lamentes pues ya nada puede acabar con esta realidad.

Esta imagen no me pertenece
Te pido que me perdones por dejarme llevar,  pues aunque sé que juntas hemos respirado momentos oscuros de mi pasado, debes comprender que ahora mi futuro esconde miles de recovecos de felicidad.

¿Lo puedes sentir? De nuevo vuelvo a nacer y es en cada uno de mis tormentos cuando la electricidad de esos momentos recorre junto a él, las curvas de mis sentidos descubriendo de ese modo lugares inhóspitos de mí ser.

De nuevo vuelvo a sonreír.

Mis agonías se han convertidos en dulces oportunidades en las que mi alma, hoy fuera de pecado, me corrompen volviéndome indómita, rebelde, sedienta, despreocupada e independiente pudiendo sentir junto a su persona que el mundo que me envuelve se encuentra lleno de emociones.

sábado, 24 de marzo de 2012

El precio de la confianza

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Ingenua, pequeña, débil y frágil, como el cristal y aún así tú querías jugar a ver la otra cara de la realidad. Así, sin avisar, viniste a robar mi vida, mi voluntad en medio de la fría oscuridad.
Entraste en mitad del silencio y te acercaste a mí, y aunque sé que debía de desconfiar, como una crédula me dejé llevar por el suave susurro del dolor de dulces palabras que solo tú podías alcanzar.
Ahora me gustaría tanto decirte que no tengo miedo, pero esas palabras suenan tan falsas y por eso, dejo que me hieras una y otra vez traicionando mis emociones, sacrificando mi corazón. De nuevo me condenas con tu mirada que a sangrar me desgarra y desnuda mi alma que se queda sin remordimientos.
Esta imagen no me pertenece
Pierdo la razón, nublas mis sentidos y ahora te digo que esta historia debe terminar, esa es la verdad, pues el triste final que nos aconteció me supo a miedo, miedo de esas llamas que antes de tú me quemaron de aflicción junto con ese destino que frágilmente se quedó sellando nuestro irónico amor.
Apártate de mí, de un beso me hielas. No tengo elección, mi infierno se une al cielo. La hora me llama, solo el tiempo será mi salvación. Tus labios me desarman ya no tengo elección, mis sueños se han marchitado acompañados de una nube de dolor.
Amor, perdóname si doy un mal paso pero sé que no quieres oír lo que hay en este corazón. Sabes que me gustaría decirte todo lo que quiere mi corazón, pero no tengo palabras, no tengo aliento para seguir, ya no.
Y mientras esta historia se repite una y otra vez, veo como he vuelto a sacrificar este pobre corazón dejando que como una tonta jugaras como un niño con un juguete cual cristal.
Esta imagen no me pertenece
Qué triste verdad fue saber que con enredos y mentiras pintaste una historia en la que sin piedad ahora salgo herida, donde voy muriendo en los brazos de una cálida oscuridad mientras tú te marchas una vez más.
Ya es hora de perdonar, es hora de olvidar me dices, mientras humillada en medio del desierto tú ríes por haberme separado de mi refugio, de mi paz. Y aunque me pierdo, hago como si todo fuera normal pero sé que detrás de mi sonrisa y mi mirada, hay dolor, siempre dudando sin censar, dejándome llevar, detestándome por no saber cambiar.
De nuevo torturaré a mi alma y me serviré de mi odio para poderme proteger, me cubriré de defectos, ya no quiero seguir esforzándome pues de todos modos volvería a caer, únicamente quiero borrar a todos los que me hieren.
Esta imagen no me pertenece
Ahora pon atención, pues solo prefiero caminar por mi infinito, olvidarme del mundo, dejar de respirar, fundirme con el temor, ahogarme con la decepción, llorar hasta que mi alma muera cada noche de temor, perderme entre mis sombras, vagar en medio de la nada con trozos de soledad y decirme a mi misma que ya no tengo nada que esperar, salir de esta realidad y escapar al mundo que invento, refugiarme y no creer en nada pues no quiero sufrir y confiar en alguien más.

Una romántica para un café

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Eran las nueve. Había llegado una hora antes de lo esperado y aunque el café se encontraba un poco lejos de la estación, la noche era espectacular para dar ese largo paseo. Alcé un poco la vista hacia el cielo y observé que se podía divisar un inmenso mar de estrellas, el cual iba iluminando cada uno de mis pasos.

No sabía explicar el porqué, pero aquello hacía que se me dibujara una pequeña sonrisa en los labios, haciendo que esa noche me sintiera extrañamente una persona fuerte, especial y decidida.

Poco a poco, comencé a desviarme de la ruta de siempre y tomé una callejuela algo estrecha que daba justo a un parque al que muy poca gente frecuentaba. Cuando llegué, no había nadie. Todo se encontraba en calma, únicamente se podía escuchar el dulce susurro de los árboles en medio de una oscuridad en la que la luna entonaba una extraña melodía.

Caminé recta hacia uno de los bancos que se encontraban junto a un desfiladero de hermosas rosas que brillaban con la noche. Al sentarme, allí en medio de la nada y envuelta en la más tibia de la oscuridad,  el mundo entero se detuvo. Todo a mi alrededor comenzó a dejar de tener sentido, y mi mente emprendió un largo viaje hacía aquello que estaba sintiendo.

Esta imagen no me pertenece
No sabría explicar con palabras el hecho de que ahora me encontrase entre la más abrumadora y dulce de las encrucijadas que la vida me presentaba, y aunque no resultaba nada fácil el camino que hasta ahora había tomado, consideraba que todo por lo que estaba contendiendo merecía la pena.

De manera intuitiva, coloqué la mano alrededor de mi cuello pensando en esa sensación de vértigo emocional por la cual estaba pasando.
En cierto modo tenía miedo, miedo por todo lo me acontecía, de esas nuevas sensaciones que jamás había experimentado, de esa fuga de entusiasmo que iba esparciendo tras de mí  y la cual al parecer, no paraba de extenderse cual veneno en la sangre.

En ese momento, noté como el aire frío de la noche recorría cada milímetro de mi cuerpo liberándome de aquellos pensamientos y permitiéndome volver  al lado de la oscura noche. De nuevo el tiempo recuperaba su viveza.

Miré el reloj y advertí que llegaba tarde. Decidí emprender la marcha  tomando de nuevo el camino que me permitiría volver de vuelta hacia el café, sin embargo, algo mi interior me decía que  aunque mi mente había llegado a comprender parte de ese enorme torbellino de sensaciones, nada se podría comparar a lo que pronto se sobrevendría.

jueves, 15 de marzo de 2012

Un destino llamado dolor

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Eres todo lo imperfecto que me ha podido pasar, imaginando lo peor sin parar es por eso que mi cielo ahora se derrumbó dejando paso a la eterna noche que llegó sin avisar.

Oscuro fue el tiempo que nos movió y muriendo en las agujas del temor, me pregunto ¿quién dirige mi corazón?

Sueño en el infierno, no hay referencia, no hay verdad, cuándo más te vas, menos puedo ver con claridad,
Sueño en el infierno, no hay referencia, no hay verdad, pues cuanto más herida más confío esa es la realidad.

Falsas palabras susurraba un ángel dormido en medio de la soledad mientras mi alma rozaba contigo un poco la felicidad. De nuevo al ver este final aprendo la  triste lección y siento como el frío de la noche me libera volviendo todo a perder su sentido.

Ya no hay sonrisas, la vida acabó, y ahora un dulce espíritu nos acompaña camino a nuestra perdición. Con un gesto que dolió nos despedimos para decir adiós, ya no hay referencia, no hay estación. Incluso el infierno no es suficiente para los dos.

Por el momento solo me queda olvidarme de mí, perderme en el tiempo, volverme ciega y ahogarme en el mundo del olvido. Y mientras la locura nos ata,  las dulces cadenas de la decepción han sembrado la duda en mi corazón, iluminando mi camino hacia ese destino llamado dolor.

Esta imagen no me pertenece


viernes, 9 de marzo de 2012

En pos de una promesa

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
Los rayos del sol entraban por la ventana lentamente mientras un dulce aroma empapaba todos mis cabellos, un aroma tan dulce como una suave brisa de verano.
Decidí girarme para averiguar de donde provenía ese exótico aroma, pero cuando me giré, me encontré con que él estaba mirándome fijamente.
Tenía unos ojos grandes y oscuros, a los que les acompañaba una mirada dura y enigmática pero que cuando la acompañaba de esa sonrisa pícara podían hacer que cayese rendido hasta el más duro de los hombres.
Aparté la mirada, pues estaba totalmente avergonzada. ¡¿Cómo era posible que yo estuviera allí y en su propia habitación?! ¡No hacía ni 24 horas que lo conocía!

Esta imagen no me pertenece

Sin mucho éxito, comencé a removerme en la cama intentando buscar mi ropa, pero para cuando lo logré él ya se había levantado y se había esfumado de la habitación.
Decidí aprovechar ese instante para enfundarme mis vaqueros preferidos y buscar mis zapatillas.
- Veo que tienes mucha prisa- inquirió con una sonrisa.
Su voz me había cogido desprevenida. Alcé la mirada y vi que había ido a la cocina, pues portaba consigo una bandeja con el desayuno en las manos. En la bandeja traía dos vasos de zumo de naranja y una fuente repleta de piezas de frutas troceadas.
Y mientras él dejaba la bandeja en una pequeña mesa que se encontraba a la esquina de la habitación, mi mirada se había posado en su torso completamente desnudo.
Cuando me quise dar cuenta, él ya se encontraba a pocos pasos de mí y antes de poder hacer nada posó su mano sobre mis cabellos, levantó mi barbilla y selló sus labios junto a los míos, haciendo que recorriera por mi cuerpo una serie de sensaciones que jamás había sentido.
Y para cuando levanté la mirada, el sabor de su beso aún seguía marcado en mis labios y fue ahí cuando sentí que el momento se volvía tiempo y que el tiempo se volvía eterno.

jueves, 8 de marzo de 2012

Pecado

expr:id='"post-body-" + data:post.id' itemprop='description articleBody'>
No podía imaginar que conocería el dolor de una manera tan profunda, pues desde el día en que te conocí en el sendero de mi dolor, mi alma comenzó a fundirse poco a poco con la oscuridad de aquella noche.

El aire frío comenzaba a azotar cada una de mis lágrimas, las cuales se rompían como cristales cada vez que rozaban las mejillas de mi rostro mientras que cada vez que alzaba la vista al cielo las estrellas que se cruzaban en mi camino se burlaban de mi secreto cautivo.

En la nada he vislumbrado una dulce alma, que al cerrar mis ojos me hacía recordar esos momentos, momentos que se avivaban como el fuego, y que ahora voy trazando un camino como un felino y en cuyos taciturnos ojos pierdo esta alma mía.
Si me para a contemplar tus ojos, pienso en un eterno azul recordando como acariciaba con lágrimas tu rostro, y como el hecho de sentir dar vuelta al mundo, en busca de tu tibia piel o simplemente agonizar entre tus cabellos, inspiraba mil y una aventuras a hacia una espiral de sentimientos desconocidos.
Esta imagen no me pertenece

Y ahora, contemplando de nuevo esas estrellas que me acompañan en el camino, ven que en la nada he visto un alma, y que más allá de aquellos rincones de los que nadie sabe, se atormenta mi pobre corazón.

El poder recordar tu olor cada noche, el poder enmarcar tu piel, el poder desear saborear tus labios y esa ferviente necesidad de tenerte han hecho que cometa el peor de los pecados. Y sin saberlo amor mío, he tenido que despedirme de todo aquello que he conocido pues esta esperanza me ha sido arrebatada.

Ahora, llegó mi hora y ya no hay salvación ya que el cielo ha decidido cerrar sus puertas ante tan alta traición